A pesar de su crecimiento urbano todavía esta ciudad puede mantenerse como única, con una sola alcaldía y sin mayor burocracia
Santiago se ha sofisticado, pero sólo en su núcleo “duro”, el de una “élite” de gustos refinados moviéndose en un oasis rodeado de una marginalidad que escombra frustración, esperanzas y contrastes interminables.
Hay tan pocas cosas útiles qué impulsar en las cámaras que nunca faltará quien trate de ocupar su tiempo en una que otra novedad ominosa. Leer Más>>