SANTO DOMINGO.-La directora ejecutiva de Pro Consumidor advirtió a las amas de casa abstenerse de usar fundas plásticas para tapar calderos durante el proceso de cocción de las comidas, en razón de que ese material produce una sustancia denominada dioxina que genera cáncer.
Altagracia Paulino recomendó a las amas de casa y a las madres no usar las fundas pláticas para tapar comidas ni quemar plásticos ni basuras en los patios de los hogares porque se generan sustancias tóxicas cancerígenas.
Sugirió que en lugar de plásticos para tapar los calderos durante el proceso de cocción y preparación de comidas se debe ser creativo y usar hojas de plátanos ya que les añaden un mejor gusto al arroz.
En presencia de decenas de dirigentes comunitarios en Los Alcarrizos, Paulino, que ha dedicado parte de su vida a la defensa de los derechos de los consumidores, planteó que se puede ser emprendedor y hacer de la venta de hojas de plátanos una “micro-empresa” que a su vez constituye una labor social tendente a preservar la salud.
Dijo que los consumidores y la población dominicana en general deben hacer del uso de las hojas de plátanos para tapar las comidas un hábito, sin que en modo alguno implique daño al medio ambiente, contrario a lo que ocurre con el uso del plástico.
En República Dominicana tradicionalmente las amas de casa usaban fundas plásticas y de papel, generalmente mojados, para tapar los calderos como una forma de hacer más efectivo el proceso de cocción del arroz, ya que la tradición popular sostiene que se evita que se escape el vapor y se produzca mayor cantidad de “concón”.
La Dioxina
De acuerdo a informaciones de la Organización Mundial de la Salud, las dioxinas constituyen un grupo de compuestos químicos que son contaminantes ambientales persistentes y se encuentran en el medio ambiente de todo el mundo y se acumulan en la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de los animales.
Las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y, de ese modo, causar cáncer.
Más del 90% de la exposición humana se produce por medio de los alimentos, en particular los productos cárnicos y lácteos, pescados y mariscos. Numerosas autoridades nacionales ejecutan programas de seguimiento de los artículos alimentarios.
Debido a la presencia generalizada de dioxinas, todas las personas tienen antecedentes de exposición, que se espera no afecten a la salud humana. No obstante, en vista del alto potencial de toxicidad de este tipo de compuestos, es preciso realizar esfuerzos por reducir los actuales niveles de exposición.
Las medidas más eficaces para evitar o reducir la exposición humana son las adoptadas en el origen, o sea, la instauración de controles rigurosos de los procesos industriales con miras a minimizar en mayor medida posible la formación de dioxinas.
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