Lo primero que se recomienda es salir acompañado, sea hombre o mujer, cuando se va de compras o a diligencias diversas. Los
rateros ya no respetan sexo, pero dos personas juntas pueden más fácilmente que una, repeler un intento de atraco o agresión.
Cuando estacione su vehículo, compruebe que está bien cerrado y de ser posible, encomiende su cuido o vigilancia, a alguien que le merezca confianza. No lo deje muy lejos de su destino, por razones obvias.
Antes de salir de compras, en su hogar, haga un listado de lo que va a comprar, y un estimado aproximado del valor económico del mismo, con la finalidad de llevar el dinero justo de lo que piensa gastar. Esto porque muchas veces cuando se va a pagar en caja, elementos proclives al robo, podrían estar mirando su acción de pagar y si saca mucho dinero, con papeletas de alta denominación, podría convertirse en “el objeto del deseo”.
Las carteras en los hombres, preferiblemente deben ser portadas en los bolsillos delanteros, donde se hace más difícil el “cartereo” de los astutos “descuidistas”. Además es más fácil la protección de la cartera, delante que atrás. En las mujeres, las carteras se deben “terciar”, sobre la cabeza y el pecho, tratando de que queden siempre sobre el vientre o el pecho de la mujer, o sea la parte delantera. Se puede defender así mucho mejor cuando se intenta arrebatar.
No entable conversación con desconocidos, puede ser un truco para que otro acompañante “haga lo suyo”, cuando usted se encuentra conversando. Es preferible pasar por descortés, que “caer en un gancho”.
Otro momento clave para tener extrema vigilancia es cuando usted va de retirada hacia su vehículo, con paquetes o fundas en las manos. La acción artera de los delincuentes podría entrar en acción, por lo que se hace ideal, acompañarse de algún empleado del establecimiento, o persona de confianza, hasta llegar y salir del lugar en su vehículo.
Autor: Napoleón Beras Prats, http://elnuevodiario.com.do
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