San Cristóbal. Las condiciones en que opera el Mercado Modelo de San Cristóbal representa para muchos un alivio, aunque para otros una pesadilla, debido a la arrabalización y el sucio observable en todas partes.
Desde verduras, vegetales, víveres, frutas, legumbres, granos, brebajes, hojas medicinales, carnes, ropa nueva y usada y enseres del hogar, pueden adquirirse en diversos kioscos, a veces improvisados en el mercado, que según se observó, se desarrolla en dos vertientes.
Una es la que está ubicada en las instalaciones viejas, similares a la del mercado Modelo de Santo Domingo, construidas durante el régimen de Rafael Leonidas Trujillo, donde la comodidad es más notoria, y la otra cara, que arropa todo el entorno de la edificación, es la que presentan los venduteros informales, donde la gente se desplaza en medio del bullicio y el transitar difícil de los vehículos.
Para el administrador del mercado, Fernando Rosa, el comercio se ha extendido y esto ha imposibilitado, según dice, que se tenga un número específico de los comerciantes que desempeñan sus labores en la plaza.
Admite que uno de los principales males que les aqueja es la basura que a veces se acumula en abundancia, sin dejar de reconocer la labor de recogida de desechos que insiste realiza el ayuntamiento de la ciudad todos los días.
“La situación no es tan precaria; se puede decir que ha mejorado mucho, se ha hecho énfasis en la limpieza y la recogida de basura y en mantener el ambiente lo más adecuado posible”, destacó.
Aseguró que hay proyectos orientados a transformar el entorno y reveló que se han reunido con las autoridades de Salud Pública y Medio Ambiente para someter propuestas que mejoren las condiciones en que trabajan los buhoneros.
No obstante, el señor Rosa advierte que la limpieza y cuidado del ambiente depende de los comerciantes quienes, a su juicio, en ocasiones no muestran una cultura de educación. “A veces no tienen una funda, una caja donde echar los desperdicios, y los tiran al suelo”, dijo.
Resalta que la escasez de vigilancia es otro motivo que atemoriza a los clientes, quienes se quejan con frecuencia de que son víctimas de atracos. En este sentido, el señor Rosa pide a las autoridades del ayuntamiento que les sean asignados agentes policiales para garantizar la tranquilidad de los visitantes.
Demanda
La Asociación de Comerciantes del Mercado prefiere dar su propia versión. El presidente de esa organización, José Fernández, expresa que la arrabalización y marginalidad consumen al mercado. “La situación es precaria y caótica, porque el estado de salobridad es agravante, las calles están arrabalizadas y el foco de contaminación es fuerte”, precisó.
Considera que el ayuntamiento no está realizando su labor, es inoperante, y no se está resolviendo nada. “No se sabe a dónde vamos a llegar.
Hay que tomar medidas drásticas y rápidas respecto a la estructuración e higienización del mercado”, sugiere.
Hizo un llamado al gobierno central para que se encargue de la situación de los mercados y haya una reorganización del área.
En otro orden, Fernández y Rosa coinciden en desconocer la razón por la cual el Mercado Abelardo Liriano, ubicado en Canastica, construido en la pasada gestión del ex presidente Leonel Fernández, con una inversión superior a los 200 millones de pesos, está cerrado.
TESTIMONIOS DE C0MERCIANTES
La propietaria del puesto de venta de ropas nuevas y usadas, Maritza, alega que el síndico de esa provincia, Raúl Mondesí, está ejecutando su función de mantener el pueblo limpio, mientras que Iván, quien se dedica al expendio de verduras expresa que recogen la basura, aunque no todos los días. Judy, vendedora de ropa de paca, considera que el ayuntamiento no es muy eficiente en esta labor, no solo en el mercado, sino en todo el pueblo. De su parte, José, señala que los baños del Mercado son higienizados con frecuencia, para garantizar la salud de los usuarios. Sin embargo, los comerciantes Pedro Morel y Rafael alegan que estos no se pueden usar por el hedor que emanan. Manifiestan temor de contraer enfermedades. Listín Diario ubicó un espacio que es utilizado por los venduteros para realizar sus necesidades fisiológicas, donde las condiciones no son nada gratas, y los locales de expendio permanecen sin funcionar.
Visitantes
No solo los residentes de esa demarcación se benefician de los productos y servicios que les ofrece el establecimiento, sino que llegan de diferentes municipios aledaños. La señora Jahaira Campusano, residente en Cambelén de Nigua, quien se encontraba comprando gandules, en un puesto de vegetales y verduras, reconoció que las actividades en el mercado se desarrollan con normalidad, y que antes los predios donde opera se encontraban menos higienizados. Cuenta que ahora el lugar está más limpio.
Isabel Leticia Leclerc, http://listin.com.do
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